Para la diseƱadora Carola Maturana de Viudadelvis el proceso creativo en cuarentena fue intenso y bonito.
"Soy de procesos bien profundos y mateos, siempre me meto en camisas de once varas y a eso debemos sumarle la contingencia. Cuando supe de la pandemia, lo primero que pensĆ© fue en mi hermano chico, que va a ser papĆ” en junio, pensaba cĆ³mo serĆa traer al mundo a un bebĆ© en plena emergencia, ir a una clĆnica, salir de la supuesta seguridad del hogar para ir a un recinto que probablemente albergarĆ” el virus. Esa idea me rondaba, luego supe que mi abuelo y tĆo tenĆan coronavirus, en ese momento llegĆ³ la convocatoria de Relatos de moda en cuarentena y me revolvĆ entera. Nos pedĆan crear algo que aportara esperanza, alegrĆa, entonces fue necesario, sumergirme en un proceso conceptual profundo, que me permitiera transmutar la pena, preocupaciĆ³n y el dolor de una pĆ©rdida (sĆ, mi abuelito muriĆ³ dĆas despuĆ©s y tengo 3 familiares mĆ”s hospitalizados) en luz, creaciĆ³n positiva, en redenciĆ³n", relata Carola.
Respecto a los principales desafĆos del proyecto, seƱala que lo mĆ”s complejo fue luchar con su propia dispersiĆ³n. "Soy bien dispersa en encierro, con mi hijo reciĆ©n adoleciendo y con cavilaciones y mucha tristeza. Se me puso cuesta arriba. Tengo la suerte, por otro lado, de que mi taller estĆ” en mi hogar y que soy una suprarrecicladora compulsiva y tengo una biblioteca de materiales textiles amplia, lista para utilizar, por lo que eso me sirviĆ³ de aliento. SĆ³lo debĆa luchar con mi proceso interior y la distracciĆ³n que supone estar criando y trabajando al mismo tiempo", comenta.
En cuanto a sus aprendizajes, creo que este proceso le sirviĆ³ para reafirmar la idea de que todo lo que estĆ” sucediendo obliga a un cambio estructural en el funcionamiento del planeta y su humanidad. "Comprender, hasta la piel, que siempre la muerte trae vida. Que todo cambio es oportunidad y que hay que valorar esa oportunidad. TambiĆ©n me ha ayudado a confirmar que puedo confiar en lo que proyecto, que a pesar de toda la dispersiĆ³n y la angustia puedo parir un hijo textil contundente y lleno de contenido", concluye.
"Soy de procesos bien profundos y mateos, siempre me meto en camisas de once varas y a eso debemos sumarle la contingencia. Cuando supe de la pandemia, lo primero que pensĆ© fue en mi hermano chico, que va a ser papĆ” en junio, pensaba cĆ³mo serĆa traer al mundo a un bebĆ© en plena emergencia, ir a una clĆnica, salir de la supuesta seguridad del hogar para ir a un recinto que probablemente albergarĆ” el virus. Esa idea me rondaba, luego supe que mi abuelo y tĆo tenĆan coronavirus, en ese momento llegĆ³ la convocatoria de Relatos de moda en cuarentena y me revolvĆ entera. Nos pedĆan crear algo que aportara esperanza, alegrĆa, entonces fue necesario, sumergirme en un proceso conceptual profundo, que me permitiera transmutar la pena, preocupaciĆ³n y el dolor de una pĆ©rdida (sĆ, mi abuelito muriĆ³ dĆas despuĆ©s y tengo 3 familiares mĆ”s hospitalizados) en luz, creaciĆ³n positiva, en redenciĆ³n", relata Carola.
Respecto a los principales desafĆos del proyecto, seƱala que lo mĆ”s complejo fue luchar con su propia dispersiĆ³n. "Soy bien dispersa en encierro, con mi hijo reciĆ©n adoleciendo y con cavilaciones y mucha tristeza. Se me puso cuesta arriba. Tengo la suerte, por otro lado, de que mi taller estĆ” en mi hogar y que soy una suprarrecicladora compulsiva y tengo una biblioteca de materiales textiles amplia, lista para utilizar, por lo que eso me sirviĆ³ de aliento. SĆ³lo debĆa luchar con mi proceso interior y la distracciĆ³n que supone estar criando y trabajando al mismo tiempo", comenta.
En cuanto a sus aprendizajes, creo que este proceso le sirviĆ³ para reafirmar la idea de que todo lo que estĆ” sucediendo obliga a un cambio estructural en el funcionamiento del planeta y su humanidad. "Comprender, hasta la piel, que siempre la muerte trae vida. Que todo cambio es oportunidad y que hay que valorar esa oportunidad. TambiĆ©n me ha ayudado a confirmar que puedo confiar en lo que proyecto, que a pesar de toda la dispersiĆ³n y la angustia puedo parir un hijo textil contundente y lleno de contenido", concluye.
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