Para la diseñadora y joyera Atis Saéz el proceso creativo en cuarentena fue todo un desafío. "Estando en confinamiento parcial o total hace más de un mes, con las tensiones y cambios en nuestras vidas que esto provoca y sumando la inseguridad con respecto al Covid-19, la concentración no fluye. Tener que cambiar nuestras rutinas y espacios de trabajo afectan claramente en nuestra concentración", afirma.
Respecto a los desafíos que enfrentó en este proyecto, comenta que uno de los aspectos que más le complicó fue la falta de espacio y acceso al taller. "Aunque en mi caso, levantaron la cuarentena en la comuna, tampoco podía ir al taller todos los días y traté de implementar algo en casa para ciertas tareas, pero de forma muy precaria. Esto hizo que la producción y desarrollo haya sido más lenta de lo planeado y que se deban hacer modificaciones a lo planteado originalmente en razón de las circunstancias. Simplificar procesos fue clave", enfatiza.
En cuanto a los aprendizajes, cree que lo más importante fue recordar una y otra vez que no controlamos nada o muy poco, que todo puede cambiar en cualquier momento, lo que obliga permanecer flexibles. "Mientras más receptivos seamos a los cambios y menos resistencia se haga a aceptarlos, más fácil será la adaptación ante un nuevo escenario. Ahora, esto suena muy bien, pero ponerlo en práctica es lo complicado. Nos queda trabajo por delante, ya que tendremos un invierno largo este año. Espero que salgamos fortalecidxs de todo esto, en lo individual y también como país", concluye.
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