Para la diseñadora y joyera Pam Hernández participar de Relatos de moda en cuarentena fue un incentivo, ya que debido a la pandemia tuvo que cerrar su tienda en Cerro Concepción, lo que la tenía muy triste. "Este proceso creativo me ayudó a valorar y a sentir que esto puede seguir", complementa.
En cuanto a los desafíos señala que tenía materiales en su casa, lo que le facilitó la tarea. Sin embargo, para ella lo complejo fue el desarrollo del concepto. "Partí con una idea y terminé con otra. Concentrarme, sentarme, conectarme fue difícil; mostrar mi trabajo por video fue también extraño, no lo había hecho", reflexiona sobre documentar el paso a paso.
A su vez, el principal aprendizaje de este proyecto fue confirmar que hay que seguir contra viento y marea, que no hay que dejar morir los sueños y proyectos. "También el hábito del trabajo en casa (en el último tiempo estaba haciéndolo en la tienda); creer que todo va a pasar y que las cosas pueden volver a su normalidad, no igual, pero al final no muere el oficio. 'Creer' ese fue el mayor aprendizaje, me levantaron el ánimo", concluye.
COMMENTS