María Paz Bravo es la diseñadora tras la marca de indumentaria basada en upcycling o suprareciclaje, Eme de María. Desde hace 20 año, que está experimentando con la reutilización de telas, principalmente en el área de vestuario.
"Siempre me inspiraron la enorme cantidad de telas en desuso, convertidas en piezas dadas de baja por estar 'fuera de tiempo o moda' cuando estaban apareciendo las tiendas de ropa usada. El hecho de desarmarlas completamente y construir una nueva prenda o pieza de vestuario nos hizo pensar que todo podía ser así de ahí en adelante. Así comenzaron las primeras producciones de lo que hoy llamamos upcycling", relata.
Primero, su etiqueta se llamó Vinilo (nombre del restaurante del que es propietaria ) y años después se convirtió en Eme de Marías, que alude a su nombre y el de su madre.
"Potenciamos mucho la mezclilla, y telas nobles. Linos, algodón, sedas. Aunque no descartamos las telas sintéticas. La introducción a este mundo nos presenta desafíos aún mayores que trabajar con rollos de telas traídos de fábrica. Hay un trabajo enorme tras el reciclaje. Estamos lejos de las colecciones y conceptos y más cerca de la prenda única, irrepetible y de terminaciones a mano. Esto nos hace seguir por este camino y evolucionar con el mismo principio, porque las oportunidades son infinitas", enfatiza.
"Siempre me inspiraron la enorme cantidad de telas en desuso, convertidas en piezas dadas de baja por estar 'fuera de tiempo o moda' cuando estaban apareciendo las tiendas de ropa usada. El hecho de desarmarlas completamente y construir una nueva prenda o pieza de vestuario nos hizo pensar que todo podía ser así de ahí en adelante. Así comenzaron las primeras producciones de lo que hoy llamamos upcycling", relata.
Primero, su etiqueta se llamó Vinilo (nombre del restaurante del que es propietaria ) y años después se convirtió en Eme de Marías, que alude a su nombre y el de su madre.
"Potenciamos mucho la mezclilla, y telas nobles. Linos, algodón, sedas. Aunque no descartamos las telas sintéticas. La introducción a este mundo nos presenta desafíos aún mayores que trabajar con rollos de telas traídos de fábrica. Hay un trabajo enorme tras el reciclaje. Estamos lejos de las colecciones y conceptos y más cerca de la prenda única, irrepetible y de terminaciones a mano. Esto nos hace seguir por este camino y evolucionar con el mismo principio, porque las oportunidades son infinitas", enfatiza.
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